"ALiX reloaded"

A todos nos parecerá bien que las instituciones nos cuenten en qué se gastan nuestras perritas. Siempre es bueno saber qué proyectos se ponen en marcha y cómo evolucionan con el tiempo. Lo que ya no parece tan lógico es que estos anuncios se repitan periódicamente, cada vez que se firma un papel, aún cuando nada ha cambiado desde la primera vez. Se percibe en gobiernos, cabildos y ayuntamientos un prurito malsano por vender la piel del oso, varias veces, antes de cazarlo. Antes de comprar la escopeta, en algunos casos.

Un ejemplo de este inquietante proceder lo encontramos en el celebrado Proyecto ALiX, promovido por el Cabildo de Tenerife. Hace cuatro meses, el 14 de enero de 2010, apareció publicada la nota de prensa que explicaba los objetivos y los recursos asignados a la iniciativa. Hoy, 13 de mayo de 2010, volvemos a encontrar lo mismo de lo mismo. El mismo titular y el mismo gráfico de Google Earth resurgen sin aportar absolutamente nada nuevo a lo que ya sabíamos.

Evitamos repetir el mapita de Google Earth con esta carátula del disco de Alix, que nada tiene que ver.

En realidad, esto no es del todo cierto. Una cosa sí que ha cambiado. Ha desaparecido intención de abaratamiento del coste del recibo que se mencionaba en el primer anuncio:

"En definitiva, [el cable nuevo submarino] contribuirá a aumentar la competitividad, lo que atraerá nuevos servicios e, incluso, podría derivar en una reducción de las tarifas que pagan particulares y empresas."

Ya no se contempla, ni siquiera como posibilidad, que bajen las tarifas. Peor aún, la nota elude hacer consideraciones sobre creación de puestos de trabajo u oportunidades de negocio para empresas locales. Todo se va en palabrería difusa del estilo de "penetración de la sociedad del conocimiento en el tejido productivo de las islas". La contrapartida inmediata para el ciudadano se diluye en cada anuncio pese a que la inversión del Cabildo en el proyecto es de 15 millones de euros.

Así no.