martes, 13 de octubre de 2009

"Conocerlo es quererlo"

By Calandrake
Esta semana hemos podido leer dos artículos dedicados a la figura de José Ramírez, editor del periódico El Día. Tanto en "Don sin don" de Joaquín Catalán como en "Pepe y la isla oficial", de Francisco Pomares, se glosa la andanza vital del premiadísimo director desde la frialdad y el distanciamiento. Me pregunto si no será que Catalán y Pomares han cerrado sus corazones al entendimiento transeditorial y ahora no son capaces de ver al hombre y su obra. Seguro que si se echaran un cortadito con él de vez en cuando, por lo menos dejarían de llamarle ágrafo, manque lo fuere. Llamar ágrafa a la gente no ayuda a limar asperezas.

Como testimonio vivo de que conocerlo es quererlo, reproducimos el artículo "Chaves, visionario" de Miguelito, publicado hace un año en Caspa Canaria (que sigue sufriendo repetidas ausencias, por cierto). Comprobará el lector cómo el periodista Andrés Chaves también sentía inicialmente esa inquina por Ramírez pero el roce, definitivamente, hizo el cariño.



"Aprovechando la coyuntura es de admirar el olfato periodístico de Andrés Chaves, que escribía acertadas columnas con 18 años de anticipación (hay parrafos verdaderamente hilarantes). La que se reproduce es del año 1991 y sigue estando plenamente vigente… aunque él ahora no lo crea así."

ANTES
Noviembre 1991

El Día quiere imponer su tiranía a los políticos regionales. La petición de la medalla de oro de la isla para Pepito Rodríguez, otro alarde de papanatismo provinciano.

El periodismo de las cavernas repudiado por la sociedad canaria ha hecho mucho daño a la provincia y a la región, pero todos tienen miedo a Pepito. El personaje José Rodríguez Ramírez, conocido como Pepito Rodríguez saltó de las mesas del Instituto Nacional de Previsión, organismo del que era empleado, por arte de birlibirloque a director de un periódico. Todos tuvimos la culpa, desde yo mismo, que propuse que fuera admitido en la Federación de Asociaciones de la Prensa de España y que se le concediera el carnet de periodista, a otros compañeros y a una sociedad que fabrica líderes con la misma facilidad que en una venta de chochos se reproducen las moscas.

Hoy Pepito Rodríguez se ha convertido en el papanatas con mayor influencia de la prensa regional, en un personaje reverenciado y temido por la clase política, en inspirador de la política de algunos partidos y aún aspira a que le sea concedida la medalla de oro de Tenerife, aspiración a la que se unen instituciones que yo creía serias como la Cruz Roja Española o la Real Sociedad de Amigos del País de Tenerife. En la anterior legislatura las Agrupaciones Independientes de Canarias, AIC, no pactaron con el PSOE por culpa de una conversación de Rodríguez con los líderes de ATI, a los que amenazó con dinamitar aquella unión. Fue quien dijo que en la manifestación famosa de apoyo a la Universidad de La Laguna habían asistido casi trecientas mil personas, cuando las estimaciones de los expertos situaron la mascarada en unas veinte mil. Pepito fue invitado a retrasarse unos pasos en aquella tribuna de próceres que pedían potenciar la Universidad y acribillar la de Las Palmas porque no le consideraban con entidad para permanecer allí y él se había colocado en primera fila.

Pepito censura los artículos que no comulgan con sus ideas, impone una ley decimonónica en el periódico, machaca a cualquier persona que le huela a enemigo y su último golpe ha sido sonado. En un editorial de su periódico principal publicado el pasado miércoles, el genial pontífice de la prensa tinerfeña opina que si se cambia a regional la circunscripción electoral insular que hoy se halla en vigor, podría producirse violencia, hasta violencia física en la islas.

Instituciones aparentemente serias como la Cruz Roja y la Real Sociedad Económica de Amigos del País amén de una serie de peñas, pandas de amiguetes, vacilonistas convencidos, estómagos agradecidos y otra fauna que pulula por los lares canarios, han solicitado para el personaje la medalla de oro de la isla que debe conceder el Cabildo de la isla tras un proceso de instrucción. El presidente del Cabildo, Adán Martín, tiene los pelos tiesos de oir hablar del tema porque no sabe que salida darle. Si se niega don Pepito puede cortarle esa especie de bula que tiene el político de las AIC para aparecer con frecuencia sospechosa en sus medios de difusión, si acepta se cubrirá de risa.

El Día mantiene su influencia en varios estamentos tinerfeños incluso en la propia Universidad de La Laguna. Los redactores de los periódicos que edita y dirige, algunos de los cuales estan hartos del personaje, han recibido órdenes de que cualquier institución, pandas de amigos o vacilonistas que soliciten el oro para Don Pepito, llamada en primera pagina que te pego. No aparece fecha alguna sin referencia a la medalla de marras. Una vez a Rodríguez le propusieron convertirse en alcalde de Santa Cruz para sustituir a Manuel Hermoso. El rumor se generó en una reunión de ATI y despertó la hilaridad de los presentes, pero alguien se lo fue a contar. El personaje se creyó realmente la historia hasta tal punto que hizo algunos comentarios privados encantado con la idea.

Pepe Rodríguez, por otra parte, es un encanto de persona. En cierta ocasión fue invitado a Bruselas para asistir a un acto Comunitario y cuando llegó al aeropuerto se dirigió a un banco del hall de la terminal en solicitud de ecus, la moneda comunitaria. Cuando se le dijo que el ecus es una equivalencia y no una moneda no lo entendió. En cierta ocasión durante una charla que pronunciaba en la Universidad de La laguna, Pepe Rodríguez dijo que a él le gustaba pensar en Francés, lo que despertó la hilaridad de los presentes. Una alumna que se mosqueó no poco con los pensamientos en idioma galo se levantó e hizo una pregunta en la lengua de Molière al atribulado Rodríguez que balbuceó, titubeó, dudó, sudó y al final fue sacado del apuro por el moderador del acto. Es este personaje el que maneja los hilos de un buen sector de la prensa regional. No crean ustedes, además, que escribir esto puede traer buenas consecuencias para el autor. Hace falta valentía.

La tiranía papanata se extiende por todas partes, se pone a bien con el Opus Dei invadiendo sus medios de la gente de la Obra, influye sobre políticos y empresarios ofreciéndoles cancha en sus medios de comunicación, veta sin piedad, retira fotos, boicotea y oculta cualquier información que no coincida con los intereses de su periódico, aunque sea noticia. Se ha molestado incluso porque fotos de periodistas que no son santo de su devoción aparezcan en anuncios enviados por otros medios, censura sin piedad los nombres de personas non gratas y su lista de agravios figura en un lugar muy principal de su atribulado coco.

Se ha convertido en el buey sagrado de una colectividad que a veces se agacha tanto ante él que pierde el equilibrio y no ha habido medio de difusión, periodista, persona física, jurídica, intelectual, verbenero, feriante, taxista o deshollinador que haya contado lo que hemos contado aquí referido al pintoresco personaje.
De todas formas creo sinceramente que es hora de denunciar el periodismo de las cavernas y a sus autores e instigadores. Pepito Rodríguez en el final de su vida, ojalá dure muchos años pero tiene ya sesenta y cinco a punto de los sesenta y seis, desea convertirse en un nuevo patricio de Tenerife, ser reverenciado y respetado, procurando que no se cite su pasado como empleado de Previsión y que se mente aquel Pepito Apagaluz como lo denominaban los redactores de El Día en los tiempos en que levitaba por las redacciones apagando las bombillas para que no se gastara fluido eléctrico.

Si ha sabido crear el Pepitismo o Teoría de la Nada pero en la que han caído políticos, instituciones y sociedades que yo creía serias y también reconocidos papanatas inmisericordes que en esta tierra nuestra son, ustedes valorarán que esta historia, rigurosamente cierta, puede traer al autor notables desvaríos, pero hace tiempo que me paso los desvaríos por el llamado arco del triunfo, lo cual espero que ustedes, dadas la circunstancias, comprendan por los siglos de los siglos, amén.


DESPUÉS
Marzo de 2007

El premio
1.- No hace falta garbear mucho por la Universidad de La Laguna para darse uno cuenta de sus carencias. Desde los tiempos de los rectores Alberto y Tejedor, la Universidad de La Laguna ha ido para atrás. No tiene imaginación ni para quejarse y los sucesivos magníficos -todos ellos cercanos al PSOE- no han sido capaces de enderezar una nave que derrota mal. En la defensa de la Universidad de La Laguna, entonces asediada por los próceres de Las Palmas que la querían vencer, se destacaron varias personas. Una de ellas fue el director y editor de este periódico, José Rodríguez Ramírez. No me vale que quienes estén en desacuerdo con lo que voy a decir me saquen ahora mis viejos pleitos con Pepe, porque las personas reflexionan y rectifican; y yo hasta le he pedido perdón públicamente por mi proceder inconveniente hacia él.

2.- Tuve el placer de entregar a este hombre el título de miembro de honor de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, que yo presidía. También su carné de periodista, conquistado a través de méritos profesionales imposibles de reseñar aquí por lo extenso de la relación. Juntos, con otras personas, fundamos el Centro Internacional para las Ciencias de la Comunicación, que fue el germen de la Facultad de Periodismo de La Laguna. Y luego la propia Facultad. Esta Isla lo ha distinguido con su Medalla de Oro y posee todos los reconocimientos de sus paisanos. Pero ahora, unos estudiantes de Periodismo cuestionan la justicia de que se le otorgue el Premio Canarias de Comunicación; una candidatura que tenía que haber sido apoyada por la propia Universidad. E intentan influir en un jurado que, en general, no tiene capacidad, a mi juicio, para otorgar este premio, con sus honrosas excepciones. La mezquindad es un rasgo propio de muchos en esta tierra; no caigan más en ella.

3.- EL DÍA es algo más que el periódico más leído de Canarias. Es también una escuela de buen periodismo, seguramente mucho mejor que la Facultad lagunera. José Rodríguez ha sido propuesto para este premio por los principales partidos políticos y por el Cabildo de Tenerife. Merece el reconocimiento, se lo ha ganado a pulso durante toda una vida dedicada a la información, primero junto a su tío, el inolvidable Leoncio Rodríguez, y luego al frente de la nave, que no derrota, de este periódico.


Miguelito El Policía




Hoy hemos aprendido que es posible pasar de: "Pepitismo o Teoría de La Nada" a "reconocimiento ganado a pulso durante toda una vida dedicada a la información".
Quizá algunos deberían sentarse un rato en la sillita de pensar.

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