"Qué es un éxito para Luz Reverón"

  

 

Declaraciones de Luz Reverón a Pepe Moreno en Radio El Día

En la política no rigen los mismos principios que en el mundo real. Todo es elástico y deformable, como en Matrix. Todo permite múltiples interpretaciones y no existe el principio de reproducibilidad de la medida. Las cosas están bien o mal, dependiendo de quién las diga y del partido en que milite en ese momento.

La política es como esas filosofías orientales de garrafón que se desgranan en las películas de artes marciales. "El sí y el no son una misma cosa" o "qué sentido tiene el fuego sin el agua que apaga la llama". Disparates a los que se les atribuye sabiduría porque las pronuncia un chino calvo, vestido con bata y con frecuencia ciego.

La política es el minino de Shrödinger, que está vivo y muerto al mismo tiempo. Peor, porque la realidad del gato se hace patente al abrir la caja, pero en política eso no garantiza revelación alguna. Todo lo más, descubrir que la caja está vacía.

Solo a través de estas casposas equivalencias puede entenderse que Milagros Brito, consejera de Educación del Gobierno de Canarias, diga que el informe PISA indica que "han hecho muchas cosas bien".

Y solo así puede acaso comprenderse que Luz Reverón, concejala de Urbanismo del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, piense que el PGOU es un éxito. Lo que ni dios entiende es cómo tiene el santo cuajo de negar que la plataforma vecinal contra el plan tenía razón desde el principio en sus planteamientos, como puede leerse en el dictamen de la COTMAC.

Todo parece sugerir que a veces se desarrollan anomalías en las anomalías y hay fenómenos que ni siquiera un universo laxo como el de la política puede permitirse explicar.