jueves, 10 de diciembre de 2009

"La cagada del Euclides"

By Calandrake

Vuelve a azorarme el Diario de Avisos con sus cosas. En este caso la pifia es más sutil, pero muy significativa porque vuelve a poner de manifiesto la alegría con la que se da luz verde a los contenidos para su publicación. El próximo sábado, el rotativo incluirá un suplemento especial titulado "El reto de la modernización". Para ilustrar el asunto presentan una composición de imágenes en las que se incluyen ordenadores, telescopios, molinos de viento y.... concentradores fotovoltaicos de una de las mayores cagadas de la historia de la ingeniería en Canarias, el Euclides. ¿No tenían otro icono de modernización que poner que no fuera el de un montón de chatarra que costó más de tres millones de euros al erario público, y fue desmantelado hace más de dos años?


En 1999, el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), perteneciente al Cabildo de Tenerife, instaló en el sur de la isla una plataforma de concentradores solares parabólicos cuyo coste total ascendió a 525 millones de las antiguas pesetas. Tras el preceptivo toque de clarines cabildicio anunciando que Euclides era la instalación de este tipo más grande del mundo conocido, nos dispusimos a esperar que se obrara el milagro de los panes y los kilovatios. Pero el milagro nunca llegó, y todos los prodigios energéticos anunciados se fueron por el mismo desagüe que los euros que costó el proyecto.

Múltiples problemas técnicos, detectados a posteriori de gastarse las perras, demostraron que la instalación era inviable. Nunca funcionó y jamás fue conectada a la red de suministro, tal como estaba previsto. Se optó, en esta ocasión sin anuncio institucional, por un discreto dejarlo estar, esperando que el óxido se encargara rápidamente del costoso cadáver tecnológico. En 2007, viendo que la herrumbre no prosperaba, el ITER decidió desmantelar de una vez por todas la plataforma, haciendo desaparecer cualquier vestigio de su existencia en la parcela que ocupaba.

El hecho de que esta instalación no haya funcionado nunca o de que ya ni siquiera exista no es óbice para que en la web se cite el tocomocho en tiempo presente como si de una success story se tratara:
"En las peores condiciones, puede generar un voltaje mínimo de 700V para ser capaz de trabajar con un inversor de tres fases sin necesidad de transformador. La planta EUCLIDES tiene 7 inversores de 68 kW cada uno. Los inversores están conectados a un bus de campo que permite controlar y monitorizar la planta entera. La energía generada se inyecta directamente en la red de UNELCO"
"No dejemos que la realidad estropee un proyecto inviable, mantengamos viva la ilusión en internet", parece ser la única explicación a esta absurda auto-complacencia.

La página web del Cabildo tampoco se queda atrás en sus grandilocuencias y cita en 2003 que:

"Una de las áreas que ha experimentado un mayor desarrollo ha sido la de investigación en sistemas fotovoltaicos de concentración a raíz de la instalación de la planta cilindro-parabólica Euclides."
Sorprendente afirmación cuando, transcurridos ya cuatro años desde su inauguración, aún seguía sin funcionar. A menos, claro está, que consideremos un avance el haber establecido una tecnología a no seguir, el anti-referente.

A veces, la falta de consistencia temporal de la prensa local recuerda a aquella novela de Orwell: "Oceanía siempre ha estado en guerra con Eurasia. Oceanía nunca ha estado en guerra con Eurasia".

Ah no, espera, que ésto nunca fue publicado en la prensa....

1 comentario:

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