Para despedir el año, otra muestra de periodismo tontorrón que no es aceptable ni siquiera bajo los más laxos supuestos del animus iocandi. Se trata, una vez más, del doctor en Ciencias de la Información Andrés Chaves, quien no parece darle muchas vueltas a las cosas a la hora de rellenar su anodino 1-2-3 diario.
En columna de hoy presenta un material, a caballo entre el Club de la Comedia y Cuarto Milenio. Nada más y nada menos que Zapatero en las profecías de Nostradamus.
Como buen cronista, Chaves cita las fuentes de su información y aporta un incuestionable marchamo de credibilidad: "me lo envía un lector del que no tengo por qué dudar". De todas formas, añade que para culminar el trabajo periodístico, acudió directamente al texto profético (la centuria XI) y comprobó que "clavaba" el envío de su confidente.
Sin embargo, hay un problema. Nostradamus escribió 942 cuartetas y las agrupó en nueve paquetes de cien y uno de 42 a los que llamó centurias. En otras palabras, no existe la centuria XI.
En algunas versiones posteriores a la muerte del visionario sí que aparece una inédita centuria XI, aunque es considerada una falsificación por los expertos que han estudiado la cosa (que están buenos también). Aún así, pueden echarle un vistazo y comprobarán que no dice absolutamente nada que se parezca a la gracieta zapateril.
Se trata pues de otro de esos rumores propagados por internet. Sin sustancia suficiente para ser leyenda urbana, pero muy oportuno cuando se trata de llenar un folio y las musas no están por la labor de echar un cable.
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No me hubiera extrañado nada si en vez de centurias, Andrés hubiera leído "cenutrias".
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