Que deliciosa paradoja: Puchi Méndez escoge la demolición del Cho Vito para abandonar la práctica del populismo radiofónico, género que tantos éxitos le ha dado y al que tantos años ha dedicado. Puchi se pone del lado de los ejecutores del desahucio para denunciar que los habitantes del famoso pueblo marinero ni eran marineros ni eran nada. Estando yo de acuerdo con alguna de las cosas que cuenta la locutora, sería bonito oírla defender la legalidad con la misma contundencia cada vez que a Radio Club van esos tipos enchaquetados que han hecho en Tenerife lo que les ha dado la gana.
El peligroso precedente de los vecinos pidiendo cosas.
"Aquí salen las balas"...
ResponderEliminarHay gente que aún tratando de ponerse seria no lo consigue. Aquí un claro ejemplo.
ResponderEliminar"ni son pescadores ni lo fueron nunca", que mala leche.
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