Como dos gamberretes después de una trastrada, se reían en el programa de radio el candidato y el periodista. ¿Pues no le pidió un mendigo una limosna a Bermúdez? "¡Y además no pedía un euro!" se quejaba el candidato ante la desfachatez del indigente. Por suerte Andrés Chaves, periodista solícito, evitó el dispendio: "yo entretuve al drogata dos minutos mientras Bermúdez desaparecía rapidamente". Así se hace. Y es que, ¡vaya presentación hizo el pobre diablo!: "no soy drogradicto, ni esquizofrénico". Ni votante. Qué asco.
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